Nocturno 28

Cuando la noche 
que se agazapaba 
bajo la cama sola,
ganó la casa , 
me envolvieron  
los humos de las sombras.
Me acariciaron,
y repitieron tu nombre,
tu querido nombre.
Desde que dejaste
todo suspendido,
desnudas, las memorias
de tu amor, regresan
cada noche.
Me abrazan y me tocan.
Me exitan y me vuelan,
en un torbellino
de convulsiones de placer.
Las paredes deliran...
testigos inertes de la pasión.
La casa late,
al compás del abandono.
Y, seguro, tu recuerdo vive 
en mi martirizada pasión.
Fantasmal unión 
de la danza sensual,
Cuando crece la noche....
ya te he perdido.
Siempre te vas.


                          Jorge

Nociones

Verdades absolutas.

Imprudentes cavilaciones.

Drenaje de psicóticas

ilusiones escondidas.

Amordazadas.

Pasiones indecentes,

forjadas en tu mente disoluta.

Ingredientes de tu mal humor

que laten en tus sienes,

pasan el grito de tu garganta

al verídico infierno.

Soldado del ejército

de un solo soldado.

Metafórica variante

del más profundo

de los abismos de la muerte,

soledad y tinieblas huecas.

No puede vencer.

Eterna víctima.

El amor desgarró

tu existencia maldita,

y, bajo la piel de tu uniforme,

encendió el fuego

que hoy consume,

tu mala leche y tu temor.

Que pone el pie

sobre la mugrosa peste,

y te vuelve un redimido

haz de luz.

Una brisa fresca.

Un cielo sangrante de amaneceres.

Dulces, tibios, despertares

bendecido y nuevamente puro.

                                           Jorge

nocturno29

Nocturno 29

La noche compone 
su extraña amalgama de hollines y alquitrán,
que espera silente
tras la piadosa ventana de la sala.
El helado vidrio,empañado y yerto,
condensa lágrimas de insomnio.
La oscuridad 
insiste en apoyar su rostro cutre 
contra la vitrea.
Cuando sopla entre los pinos
del bosque costero,
canta su canción,
en un ominoso murmullo.
La nocturnidad impone su cualidad
misteriosa , llena de sortilegios,
y juegos de destellos y sombras.
Su lúdica e inofensiva amenaza,
se aparea con la sutil comodidad íntima, 
de la estancia.
Mi mano desliza sueños 
embriagados en tinta,
sobre la albura impaciente del papel.
La noche aguarda, silente...quieta.
Y yo la espío, de cuando en cuando,
mientras escribo versos que la evocan.

                                                    Jorge

De Magia, brujería, supersticiones y otras yerbas

Machaco las heces secas

en un mortero de piedra.

Agrego sal gruesa,

y carbones de piras funerarias

(ilegales y ocultas)

Escupo allí hieles cáusticas,

mezclo y mezclo...

y no obtengo nada.

Hiervo en un caldero

alas de murciélago.

( pobrecitos)

Cabezas de serpientes,

( hay, con los animalitos),

y una bombacha

de la mujer amada,

Y la posión.......

Nada de nada!

Pronuncio concentrado, 

con los ojos cerrados,

las antiguas palabras

de un conjuro diabólico...

y me siento un tonto,

de toga negra encapuchado.

Hice un nudo en el pañuelo,

y el resfriado pudo más.

A los gatos negros ...los adoro,

Y las escaleras abiertas

me invitan a pasar.

Clavé tu foto con alfileres...

y, uno a uno los fui quitando,

a medida que tuve que usarlos 

para menesteres más prosaicos,

pues están....tan caros.

tenía un mechón de tus cabellos,

mas lo usé para pincelar almíbar

en tu torta de cumpleaños.

De brujerías, ni hablar,

que bastante he tenido.

El conejo de mi vecino

tiene ahora tres patas,

pues la cuarta adorna el llavero

que llevo en el bolsillo.

Y....En fin.

Escondí la escoba de mi amante....

Por si acaso, nada más, 

pensara en abandonarme.

                                  Jorge

Silbido Final

Solitario caminante por inercia,

sin motivos que recuerde

en cual de los turbios anaqueles

de su memoria abúlica,

entre telarañas heladas, 

se esconde la razón.

Caminar.

Entre inmensas laderas,

que encierran un antiguo

lecho de piedra.

Fósil de un arcaico río,

de fantasmas perdidos

en la sequía de eternidades.

Búsqueda sin pausa

de su destino ignorado.

Meta olvidada 

entre silencios y espejismos...

Entregado al turbión enmarañado

del propio camino.

Cañón...tajo entre colosos muros

de extrañas areniscas rojas,

que limita su andar,

a una senda obligatoria...

esclavitud andante, empedernida.

Se bifurca y vuelve a unirse.

Se eleva en pétreos obstáculos.

Monumentos al obstinado rito

de insistir en superarlos.

En el fondo del ominoso abismo

por laberintos de polvo y olvidos...

Por ellos camina el hombre 

en la cornisa del hombre.

Una marcha obsesiva,

de huidiza suerte,

más cercana a la locura

que a la muerte.

Un silbido perentorio...

Un llamado insistente,

atrae al hombre desfalleciente,

agonizante, su mente obnubilada.

Apura el ritmo de su marcha,

hasta la última certeza...

El viento sopla entre una grieta.

Es lo último que para él suena,

mientras el camino se desvanece

y su vida se aleja.

                                    Jorge

Qien Soy

       Quien soy

“Contra la estupidez, los propios dioses

Luchan en vano”

                              Friedrich Schiller

                           ( Citado por Isaac Asimov)

Soy amor. Soy pasión.

Soy la risa que contagia.

Soy un alma libertaria.

Soy justicia y honor,

jubilo, candor.

La caricia cálida, embriagadora,

el abrazo apretado…de contención.

Soy el beso esperado,

recibido y dado.

La ardiente unión carnal.

Soy la lucha social,

y el derecho puro…animal.

Soy espíritu de comunidad.

Soy uno de la estirpe tribal,

que hizo grande su huella.

Soy el duelo y el recuerdo

de aquellos que partieron…

Soy memoria colectiva.

Soy el asesino serial,

que mata hasta su muerte.

Soy la corrupta ignominia

de la procaz autoridad.

Soy quien odia…ciegamente.

Soy el culto del desdén.

Un pedófilo imaginario,

un caníbal sanguinario.

Yo soy quien empuña las armas,

quien hirió de muerte a la esperanza.

Empuño el mazo que ensarta

el clavo del sacrificio fatal…vacuo.

Soy el oscuro poder que se revuelca

en la miseria de mis hermanos.

Soy hembras y varones…

Soy todos los de mi especie.

Soy la propia dualidad…

El bien, apareado con el mal.

Un hijo de quienes viven y han vivido…

el aprendiz de inmortal.

Soy la noción del último experimento

de la evolución universal.

Soy un ser Humano.

                                    Jorge.

Juan Carlos Winter está muerto

Encontré a Juan

a la sombra del añoso árbol,

que señoreaba el centro del patio,

con su fresca fronda

y sus grandes frutos.

Paltas bellas y carnosas.

Parecía ensimismado,

sentado en el banco de madera,

colocado extrañamente

en un equívoco lugar;

pues yació por muchos años

arrumbado en el galpón.

Entre el asombro y el temor

me acerqué a su lado…

paso a paso.

Juan llevaba muerto

algo más de un año.

Espectro gris…

Su triste aspecto

venció mi terror abyecto.

Pudo más nuestra larga amistad

que el horror de los gusanos

que medraban el fantasmal cuerpo,

haciendo de él su almuerzo.

Me senté a su lado, y me miró

desde oscuros ojos lejanos.

Sentí su lacerante soledad.

Perdido y confuso,

no podía discernir su condición.

Ninguna luz lo guió.

Quise pasar por sus hombros

un abrazo fraterno,

y solo había allí un vacío helado.

El viento racheado desprendió

de lo alto, una negra palta,

que se aplastó en el lugar

que Juan ocupaba.

Otra vino a caer sobre mi cabeza.

El golpe me aturdió.

Volví a la casa con un fuerte dolor,

y convencido que, mi amigo le dio alcance

a su verdadera  circunstancia…

Allí, al fin, muerto.

Aquí…Solo vivo en el recuerdo.

                                         Jorge.

Copa de pasión

                                   A Oscar V.Conde
                              poeta,amigo



Escribe.
Escribe imbuido
de su mundo de utopías.
Y entre verso y verso
escancia el rojo néctar
que la copa contiene.
Amiga de su desvelo;
de su noche de poesía.
Vino del amor,
del recuerdo y la pasión.
De la nocturna inspiración.
Vino de magia,
de ensueños altos,
de lerdos placeres.
Vórtices de dulces vapores.
Bebido de a sorbos lentos,
por el artista ensimismado.
La botella al lado
del sempiterno cuaderno.
Firme, testigo mudo.
El poeta escribe
y la copa se vacía.
Toma la mística bebida,
arte y labor de tantos hombres
y fervores de vendimia.
Hasta que una gota derramada,
sella con violáceo lacre
en el mantel,
el final de los versos.
El vino donó su sangre...
y su sediento compañero
legó su arte
a la noche y su pasión.

                                Jorge

Atisbo universal

Nocturnos cielos

acribillados por disparos

de heladas luces titilantes.

Nubes de estrellas.

Soles distantes.

Inimaginables,

por la impertinente distancia…

Visiones fatuas

de lejanos fuegos

que hienden la infinita

sustancia universal…

Alejándose.

Huyendo del origen explosivo,

que los sigue expulsando.

Impulsando cada átomo

de materia.

Viajando…

hasta la incógnita infinita.

Impensables confines

donde el tiempo se revela

y se separa del espacio.

Donde los extremos se juntan

y se revierten las eras…

Donde el pasado

y el futuro

juegan una partida sideral,

confrontados y conjugados

en el vertiginoso

tablero de la eternidad.

                                Jorge.

De Sátiros y Ninfas (Una noche épica)

Cúmulo de huesos,

blanqueados, secos.

Fraternos demonios

bailando, cantando.

Cuerpos brillosos

de aceitosos sudores rancios.

En el paroxismo depravado

toman tibias y fémures

en sus manos.

Con ellos se ocupan

de partir cráneos y costillas.

Reducir cúbitos y omóplatos…

Caderas y vértebras, a astillas.

Hasta hacer del conjunto,

Una anárquica,

blanquecina pila,

de improbable identidad.

Cánticos roncos, desafinados,

Y risas desquiciadas,

enfermizas.

Cuerpos desnudos

exudando alcoholes,

y almizclados olores.

Blandiendo ellos

Erectos penes,

rizadas barbas

velludos hombros.

Opulentas hembras, ellas,

de rasurados pubis hirvientes

bailando y sobando

calientes cueros.

Esgrimiendo sus senos plenos..

Aquelarre de fantasmas esquivos,

que, al fin encienden el fuego.

Hoguera de huesos,

 fuerza de queroseno

y escupidas maldiciones.

Culto de sátiros y ninfas.

Excusa de sicóticos asesinos,

borrando pruebas de delitos,

de sangre y muerte,

entre rescoldos ardientes.

Al alba,

ya acicalados y vestidos.

aún ebrios y cansados….

abandonan las cenizas humeantes,

y callados se dispersan.

Se pierden en las calles.

Cada uno a su camino.

Cada cual a su destino.

                                 Jorge

Perdóname

                    Inspirado en un pensamiento

                      del Talmud. Antiguo compendio

                      hebreo de opiniones y conceptos

                      de hombres sabios.

Lo injuriaste, lo heriste.

Faltaste a lo que esperaba

De tu humana condición.

Ve hasta él, y pídele perdón,

por una vez.

Si cierra sus puertas,

regresa .

Esta vez ruega por su perdón.

Si sus ojos se hielan,

y calla…

Llega hasta él por tercera vez,

Y por perdón, clama.

Si ignora tu pedido,

llena tu espíritu de paz,

y perdónalo.

El rencor ha consumido su alma.

Vive una guerra suicida,

de la que ya ha perdido

Su última batalla.

                                 Jorge

Relojes

Relojes....
augustas mentiras
segmentando el tiempo.
Reduciéndo los confines de lo infinito,
al incordio doméstico de horas,
de minutos,segundos,
días ,años.
Queriendo poner coto
a una fuerza incontenible;
inconmensurable,
paradójicamente inasible.
Buscando medir
 con un puñado de arena,
con los dedos de una mano,
con una esfera numerada,
con los nudos de una cuerda
de esparto,
a la verdadera y única eternidad...
Dividiéndola.
Partiéndola en diminutos mendrugos,
por no soportar aquello que escapa
a la humana autoridad.
Metafísica vedada
para no iniciados, 
estudiantes de dioses.
Relojes.
Marcando finales.
términos sin sustancia.
Haciendo del transcurso
de la inmortalidad,
una fuerza admisible...concebible.
Apoyada en instantes galvanizados,
humanizados...del tiempo espacio.
Manecillas insolentes.
Brazos de un molino,
que depende de un soplido
para girar y girar.

                               Jorge

Semblanza de la desocupación

Cuando el diario labor
por existencia y manutención,
se torna en lucha abrumadora.
Cuando deviene en guerra loca,
sin pausas, sin victorias....
Se obnubila la razón.
Se mutila la condición humana.
Cae el alma en remolino
de pérdidas y abandonos.
Se recorre el sendero nuboso
que desgarra...lastima,
hasta caer presa de la limosna,
que aniquila la dignidad.
El trabajo, es ya un sueño ajado,
que habita las largas horas.
Sobrevive el espíritu,apenas;
que no se sostiene en la realidad.
Las ideas se resecan.
Agoniza su humanidad.
Llegan el hambre y el olvido,
a su hálito vital, 
sumido en la vileza del azar.
La esclavitud invade y se adueña
de la moneda helada y pequeña,
de la austera caridad.

                                     Jorge

Razones II

Porque siento vivo,

sonrojado y transpirado,

al alegre niño que yo fui.

Porque los malvones del patio,

son poco pretenciosos,

más siempre me han regalado

racimos de flores.

Porque las sandías,

rojas y dulces,

aun me seducen

al costado del camino.

Porque no me enmudece el temor.

Me provoca….

Y no atenaza mis decires.

No coarta mis razones.

Porque aún asocio tu nombre

con la pasión y el latido,

aunque te haya perdido

en un viejo laberinto.

Porque una sola palabra

puede hacer vibrar mi alma,

Y desencadenar un torrente

…una vorágine de versos.

Porque aun deseo

ser voz de quienes callan,

con los puños apretados

y la mirada crispada.

Porque soy poeta.

Desde la tierra y el mar,

los ríos y las selvas.

Desde ciudades atestadas,

y cumbres nevadas.

Desde los niños extraviados,

en el olvido oscuro,

en el hambre dolorosa,

paralizante…artera.

Porque los tilos

huelen a gloria barrial,

perfumes y delicia,

en las vecinas veredas.

Porque soy humano.

Uno más entre mi especie.

Uno  decidido a andar caminos.

A cambiar destinos,

tender mis manos.

Porque cada primavera

florece, humilde la retama.

Canta libre, el jilguero,

desde la rama más alta.

Porque el viejo níspero

se llena de pimpollos,

de colores, aromas…

Y esperanzas.

                          Jorge

Ultima imagen del guerrero

Tus labios apretados
han hecho de tu boca
el trazo del filo de un puñal.
Remeda un tajo recto.
Uno debería temer
que si se abriera,
vomitaría un torrente
caliente y rojo,de sangre.
Tus ojos amarillentos,
de vacía mirada.
Pupilas dilatadas,
caídos párpados, sin pestañas.
No miran....Vigilan,
desde lo profundo del vacío
que te habita.
Orejas carcomidas
por violentas luchas
con las fieras decididas
a arrancar tu maldita vida.
Vida?
Si caminas en el límite vago 
de la muerte y el delirio
insano .....enfermo.
Tus brazos,cuelgan laxos
Parecen extrañamente largos,
por tus hombros encorvados.
Llenos de cicatrices
y tatuados de rojo,azul,
verde, negro,
con cifras y palabras sueltas
sin ningún significado.
Tus toscas manos, de cortos dedos,
descansan como colgajos,
pues no tienen
cuello al cual asirse,
tráquea que apretar como candados.
Piernas encorvadas,
patizambo.
Tu sexo oculto tras un trapo
manchado de semen y orinado.
Esta es la visión última
que de ti tendrán los vencedores
de la última batalla
que conocerá este mundo,
cuando terminen con el reinado
de la guerra y el espanto.
El retrato repugnante
del último soldado,
monstruoso y obediente
del poder de sus ausentes amos.

                                         Jorge

El cambio final

Las sombras huyeron

Espantadas

Desde un ambiguo horizonte.

 Reinaba en el paisaje

una  cualidad de confusiones.

Mezcladas visiones,

del cielo apareado con la tierra.

El bardo escribió sus letras

exorcizando la magia desencadenada

del amanecer.

Todo tomó formas definidas.

Y sin embargo, los paisajes

vieron la luz trasmutados.

La aurora duró un instante tropical.

Los campos de alfalfa

se tiñeron de púrpura.

Los tirantes alambrados

se cortaron ,en un estallido,

como cuerdas de un violín

extenso e indescriptible.

Los caminos se acortaron.

Por un instante demencial

El mundo fue plano (como un papel)

Los cielos latían

un pulsar de luz brillante,

que gritaba sus colores a la vida.

Los árboles crecían

con ruidos quebradizos.

Florecían y fructificaban

en un lapso imposible.

Lo inmortal fue inmediato.

Los caballos recorrían el potrero

en enormes círculos, desbocados.

Los girasoles entonaban

su oda al misterio

del ardiente sol bailando al viento,

que levantaba remolinos

 de polvo dorado,

de polen y estrellas.

Así fue el amanecer

del solsticio de verano,

en el año en que el universo

tomó las riendas,

de la vorágine violenta

que había ganado la tierra.

Ese día acabaría

cuando el orden cósmico decidiera,

que cada átomo de eternidad

había sido ordenado,

en el vapuleado planeta.

                            Jorge.

La Sala

Hay un cuadro en la sala

que nunca me ha gustado.

El descartado resto

de la viudez de un amigo solitario.

Las modernas lámparas de tubo

iluminan la estancia

Y ahorran energía.

Extraño aquellos pequeños

 soles incandescentes,

y su acariciante luz amarilla.

La pequeña mesa

que sostiene el teléfono,

Es un oprobio que resisto hace años.

…Horrible y práctica.

La sala tiene

un mueble omnipresente,

enorme y terrible.

Guarda en sus fauces de madera

una sucesión de vajilla

y objetos varios,

reunidos por años de regalos,

casamientos, aniversarios.

Herencias de defunciones

y divorcios.

Cristalería antigua, platos, copas

para ausentes invitados.

Jarrones y adornos varios.

Hay un pajarillo de porcelana

Con un ala, rota y encolada.

Cubiertos acostados

en ataúdes de verde paño.

Hay también un canario,

compañero vivaz y cantor.

Su jaula está colgada

frente al cuadro que deploro.

Ando poco por la sala,

esquivando la mirada

al adusto y triste óleo,

Que estoico conservo,

por no haber encontrado,

dura alma a quien donarlo.

                                Jorge.

Furia Elemental

Relámpagos cruciales

quiebran el éter.

Estallidos en el cielo.

Fuegos blancos.

La tormenta vive.

Resopla ronca

en el viento helado.

Escupe su furia.

Abre sus brazos.

Su pecho late

un compás de truenos.

Sus puños golpean la costa.

Alzan inmensas olas,

que son garras

 de dedos blancos.

Soberbios ecos graves

braman en el viento.

La tormenta grita con furor

Su húmedo celo desbocado.

Enhiesto falo de nervudos

relámpagos…

No calmará sus ínfulas,

hasta agotar,

energías contenidas

que liberar.

Hasta que se aquiete

su ardiente ira,

calmada por voces,

que murmuran, pías

a sus oídos de hielo,

las palabras que conjuran

su poder y sus estallidos broncos.

El sortilegio la dormirá,

 en un atardecer

amarillo y púrpura.

Soñará con los vientos

Y con sus aullidos roncos.

La noche asoma, fresca,

quieta, calma lenta.

Vigila su descanso,

Y da tregua a los mansos.

Reposo a los espíritus empapados….

Destemplados.

                                 Jorge.

Nocturno 5

Nocturno 5

Una noche de sombras heladas.

De penumbrosos temores,

Hechos de incomprendidos milagros.

El miedo, es la primera causa

de ceguera humana selectiva,

y dudosamente cierta.

Los frágiles humanos diurnos,

negadores de toda realidad

que se les presente ajena…

y encienda su alerta

a lo incomprendido…inseguro.

El bosque era puro encantamiento;

con sombras escurridizas,

y guturales sonidos

de las tímidas criaturas.

Duendes crepusculares

sin apego a amenaza alguna,

cantaban sus tonadas

desde una rama escondida,

desde un rincón de mullidos helechos,

…Los dueños de las sombras.

Y las difusas luces de la luna

filtrando haces de plata

entre la espesura.

Transformando el rocío

en minúsculos cristales destellantes.

Árboles que se mecen y acarician…

Se rosan motivados por la brisa.

Danzantes ancianos

en una noche llena de magia.

Un ave silba un llamado lastimero.

Un reclamo de amor

que traza en el aire su deseo.

Trepan por los musgosos pilares vivientes,

lianas e higuerones…

Vida sobre vida, con aroma a líquenes

y flores de la fronda.

Bosque de hojas que crepitan

bajo felinas pisadas furtivas.

Lleno de sombras cautivantes,

Y  del ulular de las lechuzas,

asombradas, tal vez por mi presencia,

Callada, mansa, plena.

                                   Jorge.