Desnuda

Quiero verte desnuda.

Caminando hacia mí.

Descargando los cielos,

de nubes que esperaban

llover a tu paso.

Quiero verte llegar

una y otra vez…

Como en una carretera

que repite carteles,

quiero leerte.

Quiero ver como paso a paso

se hacen más visibles

los detalles de tu cuerpo,

amado, deseado.

Quiero verte llegar

mojada…

Regada de cielo,

fresca, radiante,

lozana.

Quiero recorrer cada tramo de ti.

Tus curvas, tus ojos grices…

tus arrugas huellas de vida,

y de sonrisas,

que embellecen tu rostro.

Te siento a mi lado.

Apoyo mi sexo en tu pubis.

Beso tus labios,

tu cuello.

Con mi boca acaricio

tus orejas,

murmurando palabras

que son nuestras.

Besar tus hombro
 …tus senos.

Quiero fundirme dentro tuyo

y volar en un vórtice

hasta una explosión estelar,

y un pulsar.

Un atisbo

de abandono y de muerte.

El tiempo detenido

por nuestra comunión.

Regalo del sexo

y la pasión.

Y lloverán pétalos rojos.

Soplará el viento

susurros celestes.

Pálidos ecos

que reverberan

palabras de amor.

                     Jorge

Nostalgia

Parece la noche.

Oscura, fresca,

misteriosa.

Llenándolo todo

con su magia desplegada

por sobre toda realidad.

Acapara nuestra visión,

nuestros temores,

la pasión,

y el descanso.

Parece la noche.

Vaga por el jardín

y toma la casa por asalto,

entrando por las ventanas.

Recorriendo la sala

y la cocina…

Solitarias.

Espiando nuestras habitaciones.

Parece la noche.

pero es una triste excursión

de los muertos fantasmas,

que recuerdan y extrañan

sus paseos, sus moradas.

Sus cuerpos y sus sentidos.

Parece la noche.

Y lo es, para nosotros,

que despertaremos en la mañana.

Para ellos…descarados espectros,

es la nostalgia en la que los sumió

la muerte.

                                Jorge 

Viejo Papel

Cuando la horas devinieron en días,

Que se hicieron años, y tu recuerdo

se desdibujó

en los remolinos opacos

del tiempo…

Me doblé sobre mí mismo.

Me plegué,

como un viejo papel escrito,

que uno manipula distraído,

sin siquiera conocer su contenido.

Cuantas veces pude ser doblado?

Las veces que cada ausencia

adelgaza  mi propia esencia.

Y, si encuentras

en una vieja cartera,

un austero papel plegado

y amarillento,

ábrelo,

pliego a pliego.

Y leerás una carta

de amor desesperado.

A destiempo.

La letra de un poema

que habla de desencuentros,

amores y abandonos.

Leerás…Te amo.

y será solo una palabra

como el humo tenue

que se disipa desvaído

con la brisa.

Que se pierde y vuela…

entre tanto cielo.

Tanto olvido.

                         Jorge

Domingo 18:00 hs

                                    A Hugo Bab Quintela

Domingo por la tarde.

Respiro hondo

mientras el sol se esconde

tras el edificio mudo

como un antiguo templo,

en la vereda de enfrente.

Un vacío en mis entrañas

y una  condición

de desesperada inquietud

que lentamente,

hace presa en mí.

Tarde de depresión.

El tiempo se derrama

como una cáustica, espesa melaza.

Los siento llegar.

No veo sus caras.

Me gritan…me azuzan,

y, finalmente me empujan

hasta el camino del temor.

La senda de botellas rotas.

Puñales de vidrio multicolor,

que esperan su presa.

Camino por ella

hasta destrozar mis plantas,

y caigo de rodillas.

Luego de un mudo alarido,

yazgo extendido

sobre los filosos vidrios,

que atacan la carne.

Me bañan en mi sangre.

Me dan vuelta con un palo.

No los reconozco.

Los filos se incrustan en todo mi cuerpo.

Soy una figura roja,

caliente, mojada y delirante,

con forma humana.

Me despierto gritando

de mi siesta ardiente.

Agitado, transpirado.

Pensando que el fin de semana

se va deslizando

como una serpiente ciega,

hacia la noche serena.

Hasta un Lunes

de incógnitas develadas.

                           Jorge

Carcelero

Donde se esconde el temor

y el insomnio.

Donde te abruman tus vigilias,

esperando el día,

que infantilmente espante

tus propios monstruos.

Esos que no te abandonan,

pues son parte de tu propia historia

de tu pasado caníbal, oculto

y enterrado por años de esfuerzo

Por tu lucha espiritual.

Encerrados de por vida

en la cárcel construida por ti,

con la férrea voluntad de anularlos,

ya que no puedes matarlos.

Viven porque vives.

Encerrados por siete llaves

que yacen ocultas,

en las ignotas profundidades abisales.

Solo descansa.

Sigue tu camino por los laberintos esenciales.

No te llenes de temores.

Fuiste tú quien los contuvo,

Fuiste quien los encerró…

Donde no se escuchen sus ayes,

sus pregones sucios.

Sus blasfemos discursos.

Permanecerán ocultos

una existencia casi inerte.

Y llegada la hora…

morirán tu muerte.

                                Jorge

Donde Nace el Sol

A veces temo

no madrugar lo suficiente

para correr hasta aquel roquedal,

al Este de mi infancia,

donde viví mi primer amanecer.

Me dijeron, contundentes,

como una sentencia:

“Aquí nace el sol de la patria”

Y son palabras que pierden peso

cuando no existe

la idea de pertenencia,

en caminantes poetas.

El sol sale.

Sin fronteras…

Y repite la maravilla del universo,

para que  el niño reciba

su bautismo astral.

Volveré al Este final.

Límite impuesto

por aquel ensueño del alba.

A mis ganas de abrir nuevamente

los brazos,

frente al disco fulgurante

brillando, como fuego ancestral.

Arcano.

Indomable.

Madrugaré sobre la costa

que aún susurra a mis oídos

la historia.

Lo haré como comunión.

Como confirmación de la memoria.

                                          Jorge.

Quiero

Quiero ver como tú ves

aunque solo sea un rato

Quiero sentir

el tacto de mi piel

 a través de tus manos.

Quiero saber como escuecen

las lágrimas de tus ojos.

Como quema tu fuego

cuando se enciende

la hoguera de tu pasión.

Quiero respirar

el aire que te alienta.

Creer en mí…

como tú crees.

Sentir mi beso con tus labios;

Mi lengua con tu boca.

Quiero cambiar los roles,

por un momento explosivo

de nuestra historia.

Y poder amarte con tu afán.

Con tu alma.

Con tus sentidos.

Quiero aprender el arte

de ser tu bálsamo,

tu goce (tu parte faltante).

Quiero ser el amante

que complete tus zonas ocultas.

Quiero lo imposible…

Solo por una vez.

Y te quiero a ti.

                                 Jorge

Certeza

Cielos cansados

de regar lágrimas

sobre desiertos ardientes.

Cada gota viva

que alcanza la arena candente,

se evapora formando

una niebla tenue.

Parado, estoy aquí,

esperando firme.

La esperanza es la fuerza

que queda de la fe,

pasada por el tamiz

del martirio y la añoranza.

Llovizna templada

que lucha sin pausa,

contra la muerte seca,

abyecta y gris.

¡ Que idea loca

se apoderó de mis ansias!

Aguardo que la vida insista

sobre la sed y la agonía…

Un poco más.

Esperando aun, me encontrarás

si buscas de verdad.

Tengo la certeza

Hija de una premonición:

Algo va a cambiar.

Seguiré aquí…

Ya se huele,

lejano,

el aroma vegetal

de la tierra húmeda.

Vital.

                            Jorge

 Desde mí

Escribiré.

Desde mis momentos sensibles.

Escribiré desde mis deseos latentes.

Desde mi historia verdadera…

y sobre la otra…la que yo creé.

Escribiré desde mi reacción al entorno,

y las vivencias de los otros.

Escribiré.

Desde la ira hecha verso,

exorcizando desde mi todo mal.

Escribiré.

Como un mandato.

Con la humana protección

de obedecer.

Escribiré desde mis sueños,

desde la ilusión,

y las diferentes realidades.

Escribiré

desde la pasión de ser hombre,

desde la muerte,

Desde el amor.

                           Jorge

El Lado

                                     "Nueva Roma.
                                      Te cura o te mata"

                                                      Indio Solari

                                               
De que lado
caen las aves de la muerte?
Pájaros sin vida ni alma.
Engendros de destrucción,
que alcanzan su blanco
en picada fatal.
Sin la belleza del halcón...
Sin su destino redimido.

De que lado están los niños
para los que , la muerte
pasó de ser una palabra,
a ser final o maldición.
Pérdida o mala suerte.

De que lado
llueve el fuego atómico,
con su diabólica condición
de matar después de matar.
Seguir mutilando
carne o alma.

Guerra del poder...
permanente guerra.

De que lado
llueven balas,
que asesinan obreros 
y peones agrarios,
que reclaman que su salario
no sea una bala patronal.

En que panzas
cantó el hambre
su aria de dolor
Que calambres
llenan los ojos
de lágrimas tibias,
sobre caras y cuerpos
esqueléticos.

De que lado naciste?
Tienes que sufrir
persecución y esclavitud.
Hombre sin papeles,
Hombre sin suerte.
Sin el color de piel debido.
Sin la cultura del dominio,
y la costumbre de los imperios,
de matar y masacrar.

Es "La Nueva Roma".
El viejo imperio rejuvenecido.

Que lado te tocó en suerte?
La guerra eterna 
hierve en las alteradas venas,
de los demonios de la muerte.

Lucha y resiste,
o corre a esconderte.

De que lado estarás
a la hora fatal
de las decisiones fuertes?

                      Jorge

Busqúeda

Búsqueda

Te busqué.

Lijé la vieja pintura

Del madero de mi vida.

Devasté eras

por encontrarte.Crucé los caminos

de pasados derroteros.

Seguí andando

por la ruta de la pasión.

me entregué a mi espíritu

y mi voluntad,

más allá del cansancio…

más allá del miedo.

Con la certeza

de que me acercaba a ti.

Paso a paso…

Cada vez sintiendo tu presencia,

ya cercana a mis latidos.

Así seguí la ruta de los sueños…

De los queridos sueños

con tu imagen,

con tu sonrisa,

Tus ojos, tu cuerpo.

Y tus lágrimas.

Compañeras de las emociones

que me asaltan.

Navegué océanos sin costa.

Crucé la planicie

de las sombras perdidas.

Subí a los montes

que susurran al viento tu nombre.

Y…al fin,

te encontré junto a mí.

Cerraste con tu dedo índice

mis labios secos.

Y mi vida fue tu beso.

Esperado…

Presentido.

Deseado.

                   Jorge

Imsomne

Insomnes

Creen que no los ven,

en los lánguidos anocheceres.

Ya llegan sus horas buenas.

Se vestirán de oscuros colores.

El bullicio diurno, atroz,

apagaba sus voces,

que suenan como un viejo fagot…

Ronco.

A nadie hieren lo suficiente

como para hacerse notar.

Son ángeles esquivos

que divulgan mensajes equívocos,

y esnobs.

Queman cuero y neumáticos,

en su versión vespertina,

pero solo esla primera función.

En las horas mudas,

en callejas cutres,

promueven muertes ignoradas,

hasta que la luz del día

descubra los rastros

del antiguo miedo.

Ellos empujan el mal

sin que los reconozcan,

pues no tienen cuernos,

ni colas.

Huelen a maderosos perfumes

exóticos.

No a humos sulfurados.

Visten Armani.

Y no frecuentan otro infierno

que éste.

Donde no desentonan

ante tanta mala muerte.

                               Jorge

 

  Puerto Solitario

Cartas cerradas

sobre la mesa sin luz.

Nunca enviadas.

Mudas cartas sin fe.

Barcos arrumbados,

en melancólicos

cementerios portuarios.

Recuerdan más de siete mares,

y lejanos rumbos.

Que triste final

el elegido para viejos nautas.

Ser devorados lentamente,

por el óxido tenaz.

Las cartas ya parecen

mensajes ajenos.

Ni las lágrimas borronean

la vieja tinta

de los rostros sepia.

¿Cortarás las maromas,

aunque ya no naveguen

las naves muertas?

¿Abrirás las cartas

y leerás…

aunque el sol, pasado

no brille más?

                       Jorge.

Una Carta Sin fecha

                                    En memoria de Luis Alberto Spinetta

                                         ( un alma de diamante )

Las fotos turbias

apiladas sin fe,

yacen esparcidas por la borda.

¿ Que extraño duende

las puso en la red?

Desde el pasado

claman por luz.

Yo te cobijaré.

Tú me harás vibrar.

Nuestros sentidos viajarán

por  eternos paraísos

sin alas.

¿Porqué cruel razón,

llegaste hasta mí?

Los marinos ciegos

aciertan el rumbo

otra vez…

Desde el mar sereno

de los recuerdos dormidos,

llegará un color

de tenue matiz.

Y de nuevo temblaré.

De nuevo gritarás.

Recorreré tus costas

y encallaré vencido

en tu playa.

Reloj no pegues más.

Yo ya comprendí.

El día está naciendo

entre un humo dulzón…

¿Quién descifrará el mensaje

de aquella carta sin fecha?

                              Jorge

 Abandono

El chirrido de los goznes

sonó como un lamento.

La antigua vivienda

temía mostrar sus secretos.

Perdidos juegos infantiles,

cenas en familia,

desavenencias y renuncias,

noches de amor…

La soledad de las cosas

tiene una cualidad,

aun más profunda

que la de las personas.

Las viejas casas

resguardan vívidos sentimientos

entre sus paredes calladas.

Nunca más habitadas.

Olvidadas entre antiguos papeleos

y perdidos herederos.

Un monumento

al abandono mismo.

Frío.

Mudo…hueco.

Morada de fantasmas verdaderos.

Recuerdos latentes

entre sus gruesos muros.

Sentado en uno de sus sillones

otrora opulentos,

polvorientos y rasgados,

mi mente recrea una historia

 ajena, lejana y sentida.

Como de mi propia memoria.

Instantes.

Momentos de vida cotidiana.

Cuando albergaba tristezas,

sueños, alegrías,

de los que aún conserva rezagos.

Contraseñas…

Ecos.

De su último, solitario

dueño.

                                 Jorge

Vértigo

Desde la cima solitaria

todo lo visual

arremete contra tu alma.

Tus ojos  se llenan de paisaje,

y, la vista acapara

la totalidad de tus sentidos,

en la cumbre del otero,

solitario y ventoso.

Esa fascinación

te llevó hasta allí.

Las nubes a tus pies…

valles y lagos,

y las lejanas brumas de la ciudad.

Desde la altura pétrea

todo lo que ves, se presenta

y se manifiesta como lo que es.

Sin embargo allí murmuran

y reverberan los ecos de la tierra,

que clama por ti…que te espera.

Abstraído y embelesado,

el vértigo te tomará entre sus brazos.

Te besará los párpados.

Un mareo, un vacío en tu estómago,

un paso en falso, una pequeña piedra,

y perderás el equilibrio.

Todo el resto de tu existencia

será caer, y oír gritar al viento,

por tu final acotado.

Por tu regreso inesperado,

a ser suelo, tierra, polvo.

                                    Jorge

Del Gran Poeta Argentino Oscar Vicente Conde: "Impericia"

IMPERICIA

Quizás no hayan cavado
lo suficiente
para llegar hasta los huesos
incapaces
de resucitar en la oscuridad

para encontrar a los dioses
impotentes
indecisos
cubiertos de polvo eterno

quizás no se hayan esforzado
lo suficiente
para encontrar los secretos
hundidos bajo el mar
y resolver los misterios
que aún esperan

dioses
huesos
y misterios
sepultados lejos de la inmortalidad

Autor: Oscar Vicente Conde ©

  Inti Aisu

Al Pueblo Aymará y su rica historia.

A la memoria de Sabino Huanta.

Yo soy Sabino Huanca,

de la raza Aymará.

Vivo en los altos Antis

a la manera de mis ancestros.

Coqueo y me defiendo del hambre,

con papas, quinua,

y sopa de huilchi con gallina.

Agradezco cada día al sol padre,

y a la taica pacha, madre querida,

por el sustento y mi salud.

Soy hombre de los nevados cerros.

No nací para el poblao.

Mi rancho es mi palacio.

de adobe y matara.

Un catre de cuero de llama,

un fogón de hierro y chapa…

Y en los labios, mi quena,

para tocarle cosas bonitas

a la cordillera.

Me gano unos billetes

trenzando la matara.

Hago sombreros y cestas

que vendo en el pueblito,

a tres días de camino.

Yo soy indio libre,

de poco aru.

Porque a quien voy a hablar?

A los cerros; a las pircas... a las nubes?

Con ellas me entiendo en silencio.

Solo callar y escuchar.

Soy el último Huanca Inca.

Un viejo sin descendencia.

Así que cuando me muera,

los Apus del sol, la luna y la tierra,

se irán conmigo y mi recuerdo,

al alto en una tumba de piedras

donde mora Mallku, el cóndor,

en la cumbre Inti Aisu.

                                    Jorge.

 Glosario( del Aymará)

                 Huilchi….Choclo

                 Matara…Totora

                 Aru….lenguaje

                 Mallku…..Cóndor

                 Inti Aisu….Al Oriente, por donde nace el sol.

                 Taica……Madre

                 Apus.......Dioses.

 Lucha Suburbana

Los hombres resecos

resisten callados

en los arrabales perdidos.

La ciudad se ha comido

con mordiscos de miseria,

la vieja paz suburbana.

Las mujeres esgrimen

sus fecundos vientres.

Fuertes, ante la artera ceguera,

llevan en sus cuerpos

la revolución y la promesa.

En sus rostros

la libertad espera.

El veneno destila gases

que inhalan las momias

asomadas a las puertas,

sentadas afuera.

Los niños dorados

ríen sin culpas.

Cuando llegue la noche

las fieras sin nombre

medrarán por las calles de tierra.

Dentro de las casas

se encierran los sobrevivientes,

afiebrados creyentes

en los frutos de su propia resistencia.

El mal deambula

por las noches, sin disfraz.

De día se refugia

en aquellos seres tristes

ablandados por las dudas

de futuro y de paz.

                                Jorge

Pasión a Dos Voces

                 El

Esperé un último esfuerzo.
El germen empujó la plántula
que aparto la tierra.
Dos hojas trémulas,
se desplegaron.
Mágicas visiones,
espejismos, ilusiones.
Oníricas metáforas de tu amor.
Fui testigo extasiado
de la danza de tus manos...
Tus caricias hipnóticas.
Creciste en pasiones turbulentas
hasta abrir tus labios
en la flor encarnada,
que sera luego, el dulce fruto
que mañana perderé.

              
            Ella

Te colarás
en los pliegues de mis polleras,
entre el souttien...
en mi espalda.
Llegarás hasta mí
en el tórrido aliento
de otros besos, otras bocas.
En otros brazos.
Reconoceré tu presencia,
pues habrás de venir,
como siempre,
en el momento en que clame
mi ardiente deseo.
Y, aunque en un ajeno cuerpo llegues,
reconoceré tu alma,
y la tibieza de tu aliento.


                         Ester y Jorge

De Mi Propio Laberinto

La memoria despierta

mientras yo me adormezco.

Rumor de voces que cantan,

ruegan, lloran, vociferan.

Murmuran mi nombre…

Me llaman.

Cierro mis ojos.

Accedo a mi laberinto de recuerdos,

que recorro como en un vagón,

de aquellos trenes de fantasmas y miedos,

en viejos parques de diversiones

ya extintos.

Una vívida escena en cada rincón.

Mi padre agotado, con los brazos cruzados,

dormido a la mesa familiar de la cena,

luego del duro trabajo en el mercado.

Mi madre leyendo y cocinando,

leyendo y lavando; leyendo y limpiando.

Mi hermano mayor, su sonrisa canchera,

su abrazo fuerte…y su novia de turno.

En mi propio laberinto

todo empieza a confundirse, a mezclarse,

desordenarse.

La escuela en Montevideo, en Buenos Aires.

Los amigos, las ausencias, los amores.

Entre pasadizos brumosos

no acecha el Minotauro,

Pero una tristeza antigua

murmura un presagio.

Es tiempo de salir.

En una curva tropiezo

con los tamboriles de Palermo.

El candombe resonando, y los negros sonriendo

pasan a través de mí.

Se suceden las visiones

como en un mágico teatro.

Recuerdos de amores, de lucha y convicciones.

Y el regusto amargo de perdidas ilusiones.

Mis hijos en bicicleta, más rápidos que el tiempo.

Un automóvil golpeando el cuerpo de mi niño.

El asfalto, ajeno, y un hilo de sangre manando.

La vida  jugando su suerte y ganando.

Y el recuerdo exonerado de todas mis muertes.

Abriré al fin mis húmedos ojos,

ante la muda hoja en blanco,

donde describiré, en un susurro de palabras,

la completa satisfacción,

de haber vivido cada momento, cada experiencia

Entre versos y pasión.

                                        Jorge